El tan esperado regreso de Nick Kyrgios a los torneos de Grand Slam terminó en decepción, ya que el británico Jacob Fearnley eliminó al favorito del público australiano en la primera ronda del Abierto de Australia. El tan anticipado partido, disputado en la querida John Cain Arena de Kyrgios, reunió a una multitud el lunes, ansiosa por presenciar el regreso del carismático tenista en su primera aparición en Melbourne Park en tres años. Los fanáticos esperaban que Kyrgios pudiera superar una distensión abdominal y ofrecer una de sus actuaciones electrizantes.
Lamentablemente, la noche no salió como se esperaba. Kyrgios, claramente afectado por su lesión, tuvo dificultades con su servicio y su movilidad, y finalmente sucumbió ante Fearnley en sets corridos, 7-6(3), 6-3, 7-6(2). A pesar de su espíritu de lucha, la lesión fue un obstáculo insuperable, dejando a muchos aficionados desanimados al ver a su héroe despedirse temprano.
Reflexionando sobre su rendimiento y sus continuos problemas físicos, Kyrgios expresó dudas sobre su futuro en Melbourne Park, admitiendo que sus lesiones podrían marcar el fin de su carrera en individuales en el Abierto de Australia. “Salí a jugar tal vez al 65 por ciento de mi capacidad,” dijo Kyrgios. “Que [los fanáticos] me hayan visto luchar y que aún me dieran su energía significó mucho para mí. Siento que he entregado mi vida al tenis y siempre he tratado de darles un espectáculo. Pero, siendo realista, no me veo jugando otro partido de individuales aquí nuevamente.”
Mientras la historia de Kyrgios trajo una nota sombría a la jornada, Novak Djokovic, Carlos Alcaraz y el campeón defensor Jannik Sinner avanzaron a la segunda ronda, aunque con distintos niveles de dificultad.
Djokovic, quien busca un inédito undécimo título del Abierto de Australia y un récord de 25 títulos de Grand Slam en individuales, enfrentó un susto temprano contra el estadounidense Nishesh Basavareddy, clasificado 107 del mundo, en el partido principal de la noche en la Rod Laver Arena. Tras perder el primer set, la estrella serbia se recuperó para asegurar una victoria por 4-6, 6-3, 6-4, 6-2. A pesar de la remontada, Djokovic se mostró inusualmente reservado al final, luchando por mostrar una sonrisa de celebración.
El número uno del mundo, Jannik Sinner, también enfrentó escrutinio al regresar a la Rod Laver Arena bajo la sombra de una controversia por dopaje.
El italiano, quien ha dado positivo dos veces por rastros de un esteroide prohibido, mantiene su inocencia y fue absuelto por las autoridades del tenis. Sin embargo, la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés) ha apelado la decisión y busca una sanción de dos años. A pesar del drama fuera de la cancha, Sinner fue recibido calurosamente por el público de Melbourne y ofreció una sólida actuación al derrotar al chileno Nicolás Jarry 7-6(7/2), 7-6(7/5), 6-1. “Nunca sabes cómo reaccionará la multitud,” admitió Sinner. “Pero estoy feliz con su apoyo.”
Por su parte, Carlos Alcaraz, campeón de cuatro Grand Slams que busca su primer título en el Abierto de Australia, enfrentó breves momentos de resistencia del kazajo Alexander Shevchenko antes de imponerse 6-1, 7-5, 6-1. El español de 21 años expresó sus ambiciones tras el partido: “Este es un torneo que realmente quiero ganar algún día. Ojalá sea este año.”
En el cuadro femenino, la primera cabeza de serie, Iga Swiatek, y la joven sensación estadounidense Coco Gauff avanzaron con autoridad a la segunda ronda, ambas con la mirada puesta en destronar a la bicampeona defensora, Aryna Sabalenka.