En un duelo espectacular en la Rod Laver Arena, Novak Djokovic demostró una vez más por qué es uno de los más grandes jugadores en la historia del tenis. El legendario serbio de 37 años exhibió su extraordinaria resistencia y brillantez táctica para vencer al tercer cabeza de serie, Carlos Alcaraz, en un emocionante choque de cuartos de final en el Abierto de Australia. A lo largo de tres horas y 37 minutos de intenso tenis, Djokovic salió victorioso con un marcador de 4-6, 6-4, 6-3, 6-4, asegurando su lugar en las semifinales y reafirmando su dominio en Melbourne Park.
Incluso a los 37 años, Djokovic continúa desafiando las expectativas, y su actuación del martes por la noche fue un testimonio de su grandeza perdurable. Aunque rara vez se le considera el desvalido, especialmente en el Abierto de Australia, donde ha ganado 10 de sus récords de 24 títulos de Grand Slam, su enfrentamiento contra Carlos Alcaraz de 21 años llevaba el peso de una significación generacional. Alcaraz, una estrella en ascenso con dos títulos de Grand Slam en su haber y una reputación por su tenis valiente, llegó al partido con un gran impulso. Pero Djokovic, un maestro en los grandes escenarios, demostró nuevamente que su experiencia, habilidad y fortaleza mental siguen siendo incomparables.
La victoria no solo amplió la ventaja de Djokovic en enfrentamientos directos contra Alcaraz a 5-3, sino que también reforzó su dominio en pistas duras, donde ahora tiene un récord perfecto de 3-0 contra el joven español. Alcaraz, conocido por su increíble atletismo, dinámico estilo de juego y astucia táctica, parecía listo para desafiar la supremacía de Djokovic. Sin embargo, el veterano campeón se impuso una vez más, ofreciendo una clase magistral táctica y realizando ajustes clave durante todo el partido para neutralizar las fortalezas de su oponente.
Desarrollo del Partido
El primer set vio a Alcaraz aprovechar sus característicos drop shots, una estrategia que funcionó a la perfección dadas las condiciones ventosas en la Rod Laver Arena. A pesar de que Djokovic consiguió un quiebre temprano para establecer una ventaja de 2-0, Alcaraz recuperó terreno rápidamente, encontrando su ritmo con un impresionante revés ganador al final de un agotador intercambio de 26 golpes para devolver el quiebre. Djokovic, quien parecía estar físicamente afectado y tomó un tiempo médico para atender una molestia en su pierna izquierda, tuvo dificultades para mantener el ritmo durante el set. Alcaraz aprovechó la situación, conectando 13 tiros ganadores frente a solo tres de Djokovic, y se llevó el primer set 6-4 tras 54 minutos de juego intenso.
Sin embargo, como el mundo del tenis ha visto innumerables veces, Djokovic prospera bajo presión. El segundo set marcó un cambio dramático en el impulso cuando el astro serbio se reorganizó, ajustó su estrategia y comenzó a dictar los intercambios desde la línea de fondo. Con golpes profundos y precisos, Djokovic contrarrestó efectivamente los drop shots de Alcaraz y forzó al español a jugar bajo sus términos. A pesar de que Alcaraz recuperó un quiebre para igualar el marcador 3-3, Djokovic respondió con un nivel de agresión elevado, minimizando errores no forzados y manteniendo los puntos cortos. Conectó 11 tiros ganadores en el set y empató el partido al llevárselo 6-4.
A medida que avanzaba el partido, el dominio de Djokovic se hizo cada vez más evidente. En el tercer set, fue prácticamente intocable, rompiendo el servicio de Alcaraz en dos ocasiones y cometiendo solo cuatro errores no forzados. El diez veces campeón del Abierto de Australia conectó otros 11 tiros ganadores, demostrando su capacidad para adaptarse y dominar en las circunstancias más desafiantes. Alcaraz, a pesar de sus mejores esfuerzos, no pudo igualar la precisión y la intensidad física de Djokovic.
El cuarto set siguió una narrativa similar mientras Djokovic continuaba aplicando presión. Su brillantez táctica y fortaleza mental brillaron mientras cerraba el partido con una eficiencia notable, silenciando cualquier duda sobre su capacidad para competir contra la nueva generación. La victoria no solo fue un triunfo de habilidad, sino también una declaración de intenciones: Djokovic no está listo para ceder su trono todavía.
Próximo Rival: Alexander Zverev en Semifinales
Con su victoria sobre Alcaraz, Djokovic ahora se enfoca en su próximo oponente en las semifinales, el alemán Alexander Zverev. El segundo cabeza de serie avanzó más temprano en el día con una trabajada victoria sobre Tommy Paul, imponiéndose 7-6(1), 7-6(0), 2-6, 6-1 para alcanzar su novena semifinal de Grand Slam. Djokovic y Zverev se han enfrentado 12 veces anteriormente, con el serbio liderando su historial 8-4, incluyendo un récord perfecto de 3-0 en enfrentamientos de Grand Slam. Su último enfrentamiento en Melbourne fue en los cuartos de final de 2021, donde Djokovic remontó tras perder el primer set para ganar en cuatro parciales.
El dominio de Djokovic en el Abierto de Australia, donde tiene un récord sin precedentes de 10 títulos, combinado con su preparación física y mental excepcional, lo convierte en el favorito de cara a la semifinal. Sin embargo, Zverev, con su poderoso servicio y agresivo juego desde la línea de fondo, presenta un desafío formidable. El alemán, ahora un competidor experimentado, buscará asegurar su primera victoria sobre Djokovic en este escenario.
A medida que el Abierto de Australia 2025 se acerca a su clímax, todas las miradas estarán puestas en Djokovic mientras busca extender su legado con un récord de 25 títulos de Grand Slam. Su actuación contra Alcaraz es un recordatorio de que, incluso frente a un cambio generacional en el tenis masculino, Djokovic sigue siendo una presencia imponente, capaz de producir magia cuando más importa. El enfrentamiento con Zverev promete ser otro emocionante capítulo en lo que ya ha sido un torneo histórico.