Cerúndolo deja el alma y da vuelta un partido bravísimo ante el cañonero Mensik; Ruud logra su primer triunfo sobre Medvedev y se mete también en semifinales
El Mutua Madrid Open 2025, en su versión masculina, viene escribiendo una historia distinta a la que muchos esperaban. En la Caja Mágica, ese escenario tan particular donde la altitud acelera la pelota y cualquier detalle puede marcar la diferencia, las bajas de figuras como Jannik Sinner y Carlos Alcaraz abrieron la puerta para una edición que, lejos de girar en torno a los grandes nombres, está siendo dominada por una camada de jugadores que vienen empujando desde atrás, desde esa zona muchas veces subestimada del ranking: la temida y competitiva “clase media” del Top 100. Y ahí, entre los que sueñan con pegar el gran salto, hay un nombre que empieza a sonar con fuerza: el del argentino Francisco Cerúndolo.
El porteño de 25 años, actual número 21 del ranking mundial, viene haciendo una semana de película. Primero dio el gran batacazo al bajar al principal favorito del torneo, el alemán Alexander Zverev, en un partidazo de altísimo nivel. Y como si eso fuera poco, este jueves volvió a mostrar temple, tenis y mucha cabeza para sacar adelante un compromiso durísimo frente al checo Jakub Mensik, un rival joven pero que ya mete miedo con su saque devastador y su estilo ofensivo sin concesiones. Fue 3-6, 7-6 (5) y 6-2 en casi dos horas y media de batalla.
La previa ya pintaba complicada. El propio Fran había declarado que Mensik “saca como un animal” y que él no se veía como favorito, sabiendo que el checo venía en racha tras haberse consagrado campeón en Miami, donde no sólo fue campeón, sino que le ganó la final ni más ni menos que a Novak Djokovic. El primer set mostró todas esas credenciales: el checo se adueñó de los puntos con su servicio, conectó bombas desde ambos lados y se llevó el set casi sin transpirar, dejando a Cerúndolo sin margen para imponer su juego más trabajado y estratégico.
Pero el argentino no se desesperó. Con inteligencia, fue ajustando el saque, mejoró sus devoluciones y empezó a encontrar grietas en la mecánica de Mensik. Ya en el segundo set el trámite fue mucho más parejo. Fran tuvo una chance de oro con 0-40 en el 4-3, pero no logró concretar. Muchos en ese momento habrían bajado los brazos. Él no. Se mantuvo enfocado, forzó el tie break y ahí sacó chapa de jugador maduro: lo ganó con autoridad y se metió de lleno en el partido.
En el tercero, ya con la confianza de su lado y con Mensik un poco más errático, el argentino quebró en dos oportunidades y selló la victoria con un puño apretado mirando al box, donde su equipo celebraba con euforia. Con este triunfo, Cerúndolo se mete por segunda vez en su carrera en unas semifinales de Masters 1000, y se asegura escalar hasta el puesto 18 del ranking ATP. Si mantiene este ritmo, el Top 10 ya no parece una utopía, sino un objetivo bien real para 2025.
Vale recordar que Fran viene de abajo. Su carrera no fue meteórica como la de otros talentos: hizo sus primeras armas en los circuitos Challenger e ITF, recorrió el interior del país, jugó torneos en canchas humildes y peleó cada punto como si fuera el último. Esa escuela de lucha y resiliencia se nota hoy en su carácter. No le teme a los grandes escenarios, ni a los favoritos. Juega suelto, con personalidad, y sobre todo con una convicción que contagia.
Y si lo de Cerúndolo fue notable, lo de Casper Ruud no se queda atrás. El noruego, tercer preclasificado en el torneo, dio un paso enorme al vencer por primera vez en su carrera al ruso Daniil Medvedev, con un sólido 6-3 y 7-5. Para Ruud, especialista en polvo de ladrillo y dueño de una regularidad impresionante en esta superficie, el triunfo es más que simbólico: Medvedev era uno de los pocos top que aún se le resistían.
Medvedev, que nunca se sintió cómodo en polvo de ladrillo, volvió a sufrir en la Caja Mágica, una superficie que lo incomoda más de lo habitual. Arrancó con un quiebre a favor, pero Ruud reaccionó de inmediato, recuperó el servicio perdido y se adueñó del partido. En el segundo set, el ruso levantó el nivel y por momentos pareció que forzaba un tercero, pero el noruego se mantuvo firme, con su clásico estilo paciente y metódico, y cerró el duelo en sets corridos.
Con este triunfo, Ruud alcanza su semifinal número 30 sobre polvo de ladrillo, ubicándose como el tercer jugador en actividad con más presencias en esa instancia, solo por detrás de Novak Djokovic y Fabio Fognini. Desde 2020, es además el jugador con más victorias (123) y más títulos (11) en la superficie. Un auténtico especialista que, sin grandes flashes, sigue sumando méritos para ser considerado uno de los mejores terrícolas del circuito.
Así, las semifinales del Mutua Madrid Open empiezan a tomar forma con nombres que mezclan potencia, evolución y hambre de gloria. Y ahí, entre los mejores cuatro del torneo, está Francisco Cerúndolo, con la celeste y blanca al hombro, escribiendo su propia historia en una Caja Mágica que ya lo empieza a mirar con otros ojos.