En una jornada marcada por la expectativa, la tensión y la lluvia que retrasó el inicio de la acción en el Foro Itálico, el protagonista principal no defraudó. Jannik Sinner, el tenista italiano que actualmente ocupa la cima del ranking mundial y es la sensación indiscutida del circuito ATP, se quedó con el duelo más esperado por el público romano: derrotó en dos sets al argentino Francisco Cerúndolo, con parciales de 7-6 (2) y 6-3, para sellar su pase a los cuartos de final del prestigioso Roma Open.
La lluvia, que obligó a reprogramar el horario de inicio, no enfrió el entusiasmo del público local ni tampoco la concentración del número uno del mundo, quien volvió a demostrar por qué es hoy el jugador más dominante del planeta. Ante un estadio repleto y encendido, Sinner desplegó su habitual tenis sólido, agresivo y sin fisuras, superando a un rival que llegaba en un gran momento y con la confianza en alza. Cerúndolo, el mayor de los hermanos argentinos y actual número uno del tenis sudamericano, venía de una buena seguidilla en el circuito: de sus últimos cinco torneos —Miami, Monte-Carlo, Múnich, Madrid y Roma— sólo había caído antes de cuartos de final en dos ocasiones, una de ellas precisamente aquí, en los octavos, frente al ídolo local.
El triunfo de Sinner no solo representó una victoria más ante su público; fue, además, la confirmación de su implacable presente. Con este resultado, el nacido en San Candido estiró su racha de partidos ganados a 24 consecutivos, una marca que no deja de asombrar. Su última derrota se remonta al ATP 500 de Beijing, en octubre del año pasado, cuando cayó en la final ante el español Carlos Alcaraz. Desde entonces, ha sido una máquina de ganar, acumulando títulos, récords y elogios.
Aún más impactante que su invicto general es la autoridad con la que viene resolviendo sus compromisos: Sinner no pierde un set desde la cuarta ronda del Abierto de Australia, donde tuvo que exigirse al máximo frente al danés Holger Rune. Desde ese momento, ha despachado a todos sus rivales sin ceder una sola manga, en una muestra de consistencia que pocos pueden igualar en la historia reciente del tenis. En los últimos siete meses, apenas tres jugadores han conseguido robarle un set: el ya mencionado Rune en Melbourne, el argentino Tomás Etcheverry en el Masters 1000 de Shanghái, y el australiano Tristan Schoolkate, también en el primer Grand Slam del año.
Ahora, con el boleto a cuartos en mano y el público italiano totalmente entregado a su figura, Sinner espera al vencedor del cruce entre el noruego Casper Ruud y el español Jaume Munar. En el historial directo, Sinner domina ampliamente a ambos: lidera 3-0 frente a Ruud, un jugador de gran solidez en polvo de ladrillo, mientras que tiene una única victoria en igual cantidad de enfrentamientos ante Munar.
Por el lado de Cerúndolo, la derrota no empaña su buen momento. El argentino continuará su calendario en el ATP 500 de Hamburgo, donde será uno de los principales preclasificados, partiendo como cabeza de serie número siete. Allí lo esperan varios nombres de peso: desde el propio Sinner, si decide participar, hasta figuras como Lorenzo Musetti, Holger Rune, Tommy Paul, Frances Tiafoe, Andrey Rublev y Stefanos Tsitsipas. Para Cerúndolo, Hamburgo será una parada clave en su preparación para el desafío más grande de la gira europea sobre arcilla: Roland Garros, que comenzará el 25 de mayo y donde buscará dejar su huella en el polvo de ladrillo parisino.
Así, entre festejos locales, estadísticas que abruman y una competencia cada vez más intensa, el Roma Open sigue escribiendo capítulos apasionantes, con Jannik Sinner como el principal protagonista de una historia que parece destinada a tener un final glorioso para el ídolo de toda Italia.