Rafael Nadal se acercó a un partido de un título individual masculino número 21 de Grand Slam al derrotar a Matteo Berrettini de Italia, 6-3, 6-2, 3-6, 6-3, en las semifinales del Abierto de Australia.
El sexto sembrado Nadal se enfrentará al sembrado No. 2 Daniil Medvedev en la final del domingo, el último choque entre la vieja guardia y la nueva ola en el tenis masculino.
Medvedev también ganó en cuatro sets el viernes, derrotando a Stefanos Tsitsipas, 7-6 (5), 4-6, 6-4, 6-1, pero la victoria de Medvedev fue considerablemente más tempestuosa que la de Nadal. Después de perder su servicio en el noveno juego del segundo set y recibir una violación del código por una obscenidad visible que dijo que fue malinterpretada, Medvedev le gritó enojado al juez de silla Jaume Campistol durante la mayor parte del cambio, sugiriendo que el padre de Tsitsipas estaba entrenando ilegalmente a su hijo. de la caja del jugador.
“¿Eres estúpido? ¿Su padre puede hablar de todos los puntos? Medvedev dijo desde su silla, gritando “¡Mírame!” al árbitro español cuando Campistol volvió la mirada hacia la cancha para tratar de calmar la situación.
Fue un arrebato extraordinario, un recuerdo de campeones combustibles del pasado como John McEnroe. Medvedev dijo después del partido que lamentaba la forma en que a veces trataba a los jueces de silla.
“Me arrepiento todo el tiempo, porque no creo que sea agradable”, dijo. “Sé que cada árbitro está tratando de hacer lo mejor que puede. Pero sí, cuando estás ahí, tenis, ya sabes, no peleamos con los puños, pero el tenis es una pelea. Es un uno contra uno contra otro jugador. Así que en realidad soy muy respetuoso con los jugadores que nunca, casi nunca muestran sus emociones porque, quiero decir, es difícil, es difícil, porque me emociono mucho”.
Medvedev dijo que no podía estar seguro de que Apostolos Tsitsipas estuviera entrenando a su hijo. Dijo que todo lo que pudo escuchar fue su comentario durante el partido en griego, que Medvedev no habla. Pero los oficiales del torneo pronto colocaron al árbitro griego Eva Asderaki-Moore en un túnel al alcance del oído de la caja de jugadores. Cuando Tsitsipas finalmente recibió una advertencia por entrenar a principios del cuarto set, no ganó otro juego y Medvedev aceleró hasta el final.
“Muchas veces pierdo el partido por esto”, dijo Medvedev sobre su rabieta. “Perdí la concentración y demasiada energía, así que tan pronto como lo hice, pensé que era un gran error”.
Tsitsipas, quien dijo en el pasado que su relación con Medvedev es fría, sonrió cuando se le preguntó sobre el arrebato del viernes.
“Es seguro que es divertido”, dijo. “No presto atención a estas cosas. A los jugadores les gusta hacer estas cosas para despistarte mentalmente. Podría ser tal vez una táctica. Todo está bien. No es la persona más madura”.
Daniil Medvedev jugará contra Nadal en la final individual masculina. Dave Hunt/EPA, vía Shutterstock
Tsitsipas, quien ha recibido varias infracciones de entrenamiento en las últimas temporadas, dijo que no estaba siendo entrenado el viernes, incluso si cree que debería estar permitido en el tenis masculino. “No puedo escuchar nada cuando estoy jugando y el público hace tanto ruido en cada punto”, dijo.
Dijo que había hablado con su padre para tratar de evitar que hablara durante sus partidos. “Mi padre, mira, es una persona que cuando se mete en algo cuando hay mucha acción, su medicina es hablar y no puedes detenerlo”, dijo Tsitsipas. “Es algo que él hace de la naturaleza. He hablado con él al respecto. He intentado.”
Medvedev, quien podría ser multado por sus comentarios a Campistol, dijo que también ha estado trabajando en sí mismo, después de perder los estribos regularmente en sus primeros años. Mostró la compostura de un maestro zen en su derrota en la segunda ronda del australiano Nick Kyrgios la semana pasada con Kyrgios incitando a la multitud, pero el viernes fue un paso atrás.
“En el calor del momento, simplemente lo perdí”, admitió.
El duelo del domingo con Nadal será una revancha de la agotadora final del Abierto de Estados Unidos de 2019 que Nadal ganó en cinco sets. Nadal, la estrella española de 35 años, está empatado con sus rivales de toda la vida, Roger Federer y Novak Djokovic, por el récord masculino.
Pero ni Federer ni Djokovic jugaron en el torneo de este año. Federer aún se está recuperando de una cirugía de rodilla y Djokovic, nueve veces campeón del Abierto de Australia, fue deportado en la víspera del torneo después de que el gobierno australiano revocara su visa y rechazara su apelación.
Nadal, el único miembro de los Tres Grandes en Melbourne, superó la mitad del cuadro de Djokovic y ha llevado la antorcha sorprendentemente bien después de perderse la mayor parte de la segunda mitad de la temporada 2021 con un problema crónico en el pie. Cuando volvió a la acción a fines de diciembre para una exhibición en Abu Dabi, contrajo el coronavirus y desarrolló síntomas en su casa en Mallorca, España, antes de hacer el largo viaje a Australia.
Pero ganó un torneo de preparación en Melbourne Park antes del evento principal y ahora ha superado seis partidos más para llegar a su sexta y más inesperada final del Abierto de Australia. Estaba llorando en la cancha después de la victoria y dijo que había discutido la posibilidad de retirarse con su familia el año pasado.
“Este es un éxito particularmente emotivo”, dijo Nadal. “Significa mucho para mí, quizás porque es muy inesperado”.
Ha ganado este título solo una vez, superando a Federer por el título en 2009. Desde entonces, ha experimentado muchos dolores de cabeza tenísticos en el Rod Laver Arena: perdió una final de 2012 ante Djokovic que duró 5 horas y 53 minutos, y otra maratón ante Federer en 2017 a pesar de tener una ventaja de 3-1 en el quinto set.
Ahora, tiene la oportunidad de diferenciarse.
“Para mí, se trata más que nada del Abierto de Australia”, dijo cuando se le preguntó sobre la posibilidad de ganar el No. 21. “Tuve suerte de ganar en 2009, pero nunca pensé en otra oportunidad en 2022”.
Nadal ahora tiene un récord de 2-0 contra Berrettini, el fornido italiano de 25 años que tiene un gran servicio y una fuerte derecha y mucho carisma, pero también tiene un revés comparativamente débil que Nadal explotó repetidamente.
Medvedev discutió con el juez de silla, creyendo que el padre de Tsitsipas estaba entrenando ilegalmente a su hijo desde el palco de jugadores. Dave Hunt/EPA, vía Shutterstock
Berrettini no tuvo puntos de quiebre con el servicio de Nadal hasta el octavo juego del tercer set, pero con Nadal sirviendo en 3-4, Berrettini corrió hacia su derecha y conectó un tiro ganador de derecha en la línea que pareció sorprender a ambos hombres. Nadal pronto estaba sirviendo en 0-40 y dos puntos después, Berrettini pudo romperlo por primera vez, abofeteando un golpe de derecha ganador.
Luego sirvió el tercer set, enseñando los dientes a su equipo de apoyo mientras se pavoneaba pasando a Nadal hacia su silla antes del cuarto set.
“Es un jugador muy sólido, muy peligroso”, dijo Nadal. “Y en el tercero, supe que en algún momento iba a ir a por los tiros. No jugué un buen juego con mi servicio en 3-4, pero él hizo algunos tiros geniales. El tiro de pase por la línea fue increíble”.
Pero los patrones de juego aún estaban a favor de Nadal, ya que continuó enfocando sus ataques en el revés de Berrettini. El italiano conectó un tiro ganador a dos manos para llegar a 15-30 con el servicio de Nadal en el primer juego del cuarto set, pero Nadal ganó un intercambio del gato y el ratón en el siguiente punto cuando Berrettini falló un corte de revés de un buen tiro de caída
Nadal jugará su sexta final individual masculina del Abierto de Australia. Dean Lewins/EPA, vía Shutterstock
Aunque Berrettini siguió empujando y desgarrando sus golpes de derecha, no pudo sostener su remontada, perdiendo su servicio en el octavo juego de lo que resultó ser el set final.
“Necesitamos sufrir y necesitamos luchar”, dijo Nadal, resumiendo su filosofía durante sus casi 20 años de carrera. “Esa es la única forma en que estoy donde estoy hoy”.
Tanto Federer como Djokovic apuntaron al No. 21 en una final de Grand Slam y fallaron. Federer tuvo dos puntos de partido con su servicio contra Djokovic en la final de Wimbledon de 2019 y no pudo convertir. Djokovic se enfrentó a Medvedev en la final del Abierto de Estados Unidos del año pasado y perdió en dos sets.
Ahora es el turno de Nadal, aunque sigue diciendo que terminar por delante de Federer y Nadal en la carrera por el Grand Slam no es su obsesión ni su prioridad.
“Siendo muy honesto, para mí es mucho más importante tener la oportunidad de jugar al tenis que ganar el 21, ¿no?” él dijo.
Pero un segundo título del Abierto de Australia sin duda sería muy bienvenido. Es el quinto hombre de mayor edad en llegar a la final de individuales aquí en la era Open y, al igual que Federer, que tenía 35 años cuando ganó en 2017, Nadal regresa de un descanso por lesión y juega con libertad y expectativas más bajas de lo habitual.
Tuvo el poder de permanencia y el deseo de mantener a raya a Denis Shapovalov en los cuartos de final de cinco sets en el calor. Después de dos días para recuperarse, tenía el conjunto de habilidades y la precisión para mantener a raya a Berrettini bajo un techo cerrado el viernes con la lluvia cayendo sobre Melbourne durante el partido.