Su año no habÃa sido recompensado con una plaza directa en la Copa de Maestros, pero su regularidad durante las últimas temporadas sà le habÃa ofrecido un sitio en la lista de reserva.
Y de la reserva salió con todo David Ferrer, para demostrarse que si no habÃa podido clasificarse para el último torneo del año no era por falta de garra. Lejos de ello, evidenció una gran forma fÃsica, pero que no fue suficiente para doblegar a un Kei Nishikori que desplegó su mejor tenis (4-6, 6-4 y 6-1). Sin duda, los aficionados londinenses disfrutaron del mejor partido del torneo: lucha, roturas de servicio, velocidad, grandes golpes y tres sets, algo que no habÃa pasado todavÃa en esta edición de la Copa de Maestros en la que los favoritos, como Novak Djokovic, arrasan.
En un primer set en el que Ferrer remó a contracorriente desde las primeras de cambio, las dobles faltas fueron una tortura para el japonés. AsÃ, al resto recuperó el español su servicio perdido y asÃ, al resto hizo que la mano de su rival temblara en un último remate en la red que Nishikori estrelló en la red. El primer set caÃa para el alicantino y la grada le agradecÃa el esfuerzo de dar espectáculo aun cuando ya sabÃa que serÃa su único encuentro en el O2, pues Raonic, el tenista que sustituyó ya estaba eliminado.
Pero el japonés se repuso mejor del esfuerzo de la primera manga que el español. Suyos fueron los dos primeros juegos. Otra vez Ferrer tuvo que ir con el marcador en contra. Y esta vez el revés prodigioso de Nishikori no tembló y le devolvió el 6-4.
Los 41 golpes ganadores por los 14 de Ferrer dieron buena cuenta de cómo se desarrolló el partido, aunque también el japonés se permitió 35 errores no forzados. Estaba en un buen momento, y sumó cinco juegos consecutivos desde el 5-4 para comandar el tercer set por 4-0 en apenas un suspiro. El español solo pudo frenar la sangrÃa en el quinto juego, pero tenÃa una montaña enorme que subir si querÃa dar más batalla. Nishikori no le dejó. Habà encontrado la tecla de que su buen tenis diera mejores resultados y no quiso alargar el partido ni un minuto más. Levantó hasta cinco bolas de rotura de las que disfrutó el español en el sexto juego para porn el 5-1, definitivo porque a Ferrer se le habÃa acabado la gasolina.
Gran partido no obstante del español, que se despide de la temporada con un único tÃtulo, el de Buenos Aires, y tres finales (Hamburgo, Cincinnati y Viena).