Alcaraz y Medvedev en SFs

Durante el set inicial de su muy esperado encuentro, el partido entre Carlos Alcaraz y Holger Rune, los dos prospectos más brillantes del tenis masculino, mostró la creciente frustración de Alcaraz. Enfrentó dificultades con su revés y luchó para hacer devoluciones precisas, mientras que Rune persiguió incansablemente sus deslucidos tiros caídos. Además, los nervios de Alcaraz eran palpables ya que con frecuencia gesticulaba hacia su palco y desataba rugidos de frustración.

Sin embargo, incluso en los momentos en que Alcaraz estuvo temporalmente por debajo de sus excepcionales estándares, se mantuvo dominante. Cada vez que surgían puntos cruciales, convocaba sin esfuerzo su mejor tenis. Este histórico cuarto de final de Wimbledon, el primero en la Era Abierta con dos jugadores menores de 21 años, atrajo mucha atención. Sin embargo, la victoria de Alcaraz sobre Rune, con un marcador de 7-6 (3), 6-4, 6-4, enfatizó su falta actual de verdaderos rivales dentro de su grupo de edad. Reflexionando sobre su logro, Alcaraz expresó su alegría y dijo: “Es una sensación increíble para mí. Desde que comencé a jugar tenis, ha sido un sueño para mí lograr el éxito en Wimbledon, un torneo tan magnífico”.

Este esperado encuentro entre Alcaraz y Rune ha sido el colofón a su dilatada historia juntos. Se han conocido durante casi la mitad de sus vidas, y se cruzaron por primera vez a la edad de 11 años en la gira junior de Tennis Europe. Solo dos años después, formaron una pareja de dobles en el prestigioso torneo Les Petits As para jugadores menores de 14 años. A pesar de su comunicación limitada debido al dominio limitado del inglés de Alcaraz, su respeto mutuo siempre ha sido evidente a medida que ascendían de rango.

Cuando pisaron la pista central, sus primeros intercambios mostraron las habilidades integrales que ambos jugadores habían desarrollado. Demostraron su destreza en los delicados drop shots, el elegante juego en la red, las poderosas devoluciones y el impresionante atletismo. Sin embargo, a medida que avanzaba el set, la creciente irritación de Alcaraz se hizo evidente. Parte del mérito es de Rune, quien siempre se desempeñó bien, avanzando hábilmente hacia la red, fastidiando a Alcaraz con sus drop shots y ganando puntos típicamente asociados con el estilo de juego de su oponente.

Sin embargo, el juego de Alcaraz superó con creces al de Rune en términos de magnitud. Su golpe de derecha demostró ser el arma más formidable en la cancha, y mostró excelencia cuando realmente contaba. Cada vez que Rune representaba una amenaza, Alcaraz lo defendía hábilmente. En el desempate, fue Rune quien falló, ya que su desacertado segundo servicio de 115 mph resultó en una doble falta en el 3-3. Cuando el desempate llegaba a su fin, Alcaraz encontró su ritmo y desató un magnífico golpe ganador de devolución de revés, puntuándolo con un rugido prolongado.

“El primer set fue increíblemente desafiante para mí”, admitió Alcaraz. “Estaba abrumado por los nervios y no tenía control sobre ellos. Sin embargo, ganar el primer set fue crucial ya que me ayudó a cambiar mis emociones. Gritar después del primer set me permitió liberar toda la energía nerviosa y comenzar a disfrutar verdaderamente el momento. y el partido. Para mí, la sonrisa es la clave de todo, como he comentado antes”.

Con el primer set asegurado y una sonrisa adornando su rostro, Alcaraz entró en un estado de relajación y mostró un tenis brillante hasta el final. Cuando sus dejadas dieron en el blanco, su golpe de derecha fluyó sin esfuerzo y su servicio fue excepcional, lo que finalmente lo llevó a una cómoda victoria.

Alcaraz atribuyó sus nervios a que se enfrentaba a un rival con el que había competido toda su vida. “No es fácil jugar contra alguien a quien me he enfrentado tantas veces. Crecimos juntos, de la misma edad. Jugar contra él siempre es un desafío para mí”, explicó.

Mientras tanto, Rune atribuyó su actuación a sentirse mal al despertar. “No me sentí lo mejor posible durante el partido de hoy, pero hice todo lo posible para no decepcionar a la multitud. Luché hasta el final”, comentó Rune.

Hasta el mes pasado, Alcaraz solo había participado en dos torneos sobre césped en su carrera, ambos en Wimbledon. Por otro lado, Rune nunca había ganado un partido profesional sobre hierba. Ambos jugadores se embarcaron en esta temporada sobre césped con el objetivo principal de ganar más experiencia. El hecho de que se enfrentaran en los cuartos de final es un testimonio de su adaptabilidad y talento compartidos.

A la edad de 20 años, Rune se mantiene por delante de la mayoría de sus competidores con su juego versátil y su valentía. Mientras se esfuerza por cerrar la brecha entre él y su contemporáneo, es seguro que habrá muchas batallas por venir.

Por ahora, sin embargo, Alcaraz, el número 1 masculino más joven, continúa por un camino que pocos tenistas en la historia han recorrido. Con un récord de victorias y derrotas de 45-4 este año, ha logrado grandes avances en su segunda temporada y ahora está a solo un paso de su primera final de Wimbledon, todo mientras continúa acostumbrándose a la cancha de césped. El viernes se enfrentará a Daniil Medvedev, el tercer mejor jugador del mundo.

Medvedev en la semifinal de Wimbledon.

Daniil Medvedev detuvo el notable viaje de Christopher Eubanks en Wimbledon mientras luchaba en un partido desafiante para asegurar una victoria por 6-4, 1-6, 4-6, 7-6 (4), 6-1 en los cuartos de final el miércoles.

En la próxima ronda, Medvedev se enfrentará al cabeza de serie Carlos Alcaraz, quien derrotó a Holger Rune 7-6 (3), 6-4, 6-4, convirtiéndose en el semifinalista de Wimbledon más joven desde 2007.

Expresando su satisfacción, Medvedev declaró: “Estoy feliz de estar en las semifinales”, luego de una victoria decisiva en el quinto set, algo raro en su carrera, ya que ha perdido 10 de esos partidos. Reconoció el momento del partido en el que perdió el ritmo y cometió numerosos errores, sobre todo con su saque. Sin embargo, logró cambiar el rumbo, comenzando desde el desempate del cuarto set, y realizó una actuación impresionante.

Medvedev, tercer sembrado, reclamó el primer set pero se enfrentó a la derrota en los dos siguientes cuando Eubanks, un jugador no sembrado, desató una avalancha implacable de poderosos golpes, dejando al jugador ruso desconcertado. Eubanks quebró el servicio de Medvedev para tomar una ventaja de 3-1 en el segundo set, cautivando a la multitud con su extraordinario golpe de derecha y su hábil juego en la red.

A pesar del revés inicial, Medvedev se reagrupó en un cuarto set muy reñido y finalmente empató el partido en el desempate. Basándose en su experiencia, mostró un final fuerte para asegurar la victoria.

Eubanks, con el objetivo de emular el éxito de la leyenda del tenis estadounidense John McEnroe al llegar a las semifinales en su primera aparición en Wimbledon, pareció desanimado en el set decisivo cuando sus sueños se desvanecieron. Sin embargo, abandonó la cancha en medio de una sonada ovación, haciendo un sentido gesto a los espectadores al marcharse.

En el otro partido individual masculino del día, la muy esperada batalla entre los jóvenes de 20 años vio a Alcaraz salir victorioso sobre su amigo de la infancia, Rune. Alcaraz mantuvo el control durante todo el partido, negándose a dejarse intimidar por los llamativos tiros de Rune.

Tras salvar un punto de quiebre en el juego inicial, Alcaraz realizó una magnífica actuación. Aunque Rune emocionó a la multitud con tiros impresionantes, incluido un tweener y una volea refleja en la red, Alcaraz se mantuvo sereno y ganó los puntos cruciales.

Reflexionando sobre su actuación, Alcaraz expresó su asombro por jugar a tan alto nivel sobre una superficie de hierba, que no es su tipo de pista preferida. A pesar de perderse la oportunidad de convertir sus puntos de partido iniciales, incluida una doble falta, Alcaraz aseguró su victoria cuando la devolución del servicio de Rune fue larga. Abrumado por la emoción, dejó escapar un poderoso rugido, simbolizando el significado de su triunfo.

Nacidos con solo seis días de diferencia, Alcaraz y Rune disputaron la primera

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